Cuando tú hablas con un amigo, existen tres versiones de ti:
- Quien tu amigo crees que eres
- Quien tú crees que eres para tu amigo
- Quien tú realmente eres
¿No te ha petado la cabeza todavía? Continúa leyendo:
Te aviso de que es un tema complejo, pero merece la pena. Para sacarle el máximo partido tendrás que leerlo sin prisas.
Con nuestras virtudes y nuestros defectos, somos quienes somos. Tenemos una versión absoluta (quédate con el nombre que lo voy a utilizar bastante), y es esta versión la que pasa los filtros de cada persona y crea diferentes versiones. Es la versión de referencia, la objetiva.
Empezamos con las diferentes versiones y empezamos por nosotros mismos. Por lo general, nos conocemos muy bien, para eso hemos estado juntos toda la vida.
No obstante, la versión que tenemos de nosotros mismos pasa por nuestros propios filtros. Tú puedes pensar que eres una persona generosa, pero eso no quiere decir que lo seas.
Esto le pasa a todo el mundo, en algunos aspectos nos sobrevaloramos un poquito y en otros nos infravaloramos un poquito.
En casos como la depresión, la versión de nosotros que nosotros creemos que somos está totalmente alterada, en este caso, acentuando hasta el extremo nuestras imperfecciones y creando nuevos defectos que no están en nuestra versión absoluta, la objetiva.
Yendo más allá, también tenemos la versión que nosotros creemos que somos en diferentes contextos. Por ejemplo, en el contexto de su grupo de amigos de toda la vida, una persona se puede ver como un triunfador y una persona existosa, mientras que en el contexto del trabajo se puede percibir a sí misma como una persona desmotivada, sin ambición que va al esfuerzo mínimo.
Por último pero no menos importante, está la versión de nosotros que tienen las demás personas. Y esto te va a petar la cabeza cuando lo entiendas: Hay una versión de nosotros por cada persona.
Cada persona te ve diferente. Seguramente tus amigos hayan visto más tu parte de humor negro que tu familia. Los del trabajo te pueden ver como responsable y aburrido. Tus amigos de la universidad como juerguista y atrevido. Y que esa persona con la que te abriste piense que eres una persona sensible.
Depende de lo que hayan visto de ti, lo que hayan vivido contigo y de sus propios filtros para ver como interpretan esa información.
Porque aunque dos personas tengan la misma información de ti y hayan vivido contigo los mismos momentos, cada una tiene su sistema de valores, su filtro por el cual te valoran de manera diferente. Y eso hace que haya una versión diferente de ti en la cabeza de cada persona.
Vale Jesús. Me ha petado un poco el cerebro pero está chula la idea. Y esto, ¿para que me sirve? ¿Tiene alguna utilidad práctica?
Te sirve para liberarte. Para quitarte mochilas de ideas preconcebidas que tienes de ti mismo.
Esto suena a frase que te dicen cuando estás haciendo yoga. Pero tiene sentido, verás:
Tenemos un claro sesgo evolutivo a quedarnos con lo negativo y olvidarnos de lo positivo.
Es decir, si comes una seta envenenada te mueres, es el fin. Si comes una seta buena… pues comes sin más, es útil pero nada especial.
La magnitud positiva de la seta buena no es tan grande como la magnitud negativa de comer una seta envenenada.
Y tropecientos años después, aunque compres las setas en el supermercado, sigues teniendo estos mecanismos. Recuerdas mejor los eventos negativos del pasado (y exageras su magnitud) mientras que los positivos son más susceptibles de ser olvidados o no darle la importancia que merecen.
Se consciente que la versión que tienes de ti mismo te ayuda a dos cosas:
1) Sabes que la versión que tú tienes de ti no es la versión absoluta y objetiva. Tú mismo pasas por tu propio filtro, por lo que tienes una opinión subjetiva de ti.
Probablemente exageras tus defectos debido a que recuerdas con mayor intensidad los malos recuerdos que te han podido crear pequeños traumas.
Y si tienes tendencia a ser una persona excesivamente negativa y muy autocrítica, pues más estarás distorsionando la realidad, te verás peor de lo que realmente eres. Saber que tú realmente no eres así y que sólo eres la interpretación que haces de ti mismo lo cambia todo.
2) Los demás no te ven como tú te ves. Puede que tengas una opinión negativa de ti mismo en ciertos aspectos, pero los demás no la están viendo. En la mayoría de aspectos tienes tabla rasa y partes de cero.
Esto te libera y desencadena: no eres una versión estática y preconcebida, sino que puedes ser la versión que quieras ser (luego pasarás por los filtros de cada persona y crearán su versión de ti).
Por mucho que tú creas que eres vago, si conoces a alguien y actúas como alguien trabajador, la versión que esa persona tenga de ti será la de alguien trabajadora. Y eso es muy potente. No te ancles en el pasado, en versiones de ti mismo que no quieres ser.
Versiones de ti mismo hay muchas. La idea que tienes de ti mismo no es la verdad absoluta, no te juzgues tan severamente ni creas que es así cómo te ven los demás.
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Este post me ha inspirado muchísimo, sobre todo frente a ciertos prejuicios que tenia sobre mi mismo y otras personas. Gracias por compartir. Un saludo