Tanto si son metas de tus finanzas personales o en cualquier otro ámbito, a todos nos cuesta cumplir metas que nos hemos propuesto lograr.
En este recurso te comento el modelo mental que a mi me ha ayudado para cumplir mis metas a largo plazo en diferentes ámbitos, desde las finanzas personales a la alimentación.
¿Quién quieres ser?
Imagínate dentro de un año en dos escenarios diferentes:
En el primer escenario lo haces todo perfecto y logras tus metas con éxito:
- Comes sano y haces ejercicio sin poner excusas.
- Has estudiado un nuevo idioma o mejorado los que ya sabes.
- Si trabajas, has sido muy productivo y conseguido ascensos.
- Si estudias, has conseguido las mejores calificaciones en todas las asignaturas.
- Tienes unas relaciones sociales maravillosas, rodeado de gente muy positiva.
- Has creado un negocio paralelo a tu trabajo que te empieza a dar dinero.
- Has aprendido a invertir con éxito y estás generando unas rentas extras.
En el segundo escenario imagínate que lo haces todo mal y no consigues ninguna de tus metas:
- Te dejas llevar por la comida basura y no haces ejercicio o lo haces de manera muy irregular y sin planificar.
- Todo el tiempo que no dedicas al trabajo o a los estudios lo dedicas a actividades de ocio que no te dan ningún beneficio, como ver la televisión.
- En el trabajo cumples con lo básico, si puedes hacer menos haces menos, aunque te aburra más.
- No cuidas las relaciones personales, prefieres escaquearte de todo plan que te propongan.
- Tienes ganas de montar un negocio por tu cuenta, pero nunca pasas a la acción.
- Lo que te sobra de dinero lo gastas en el último modelo de móvil o alguna otra compra innecesaria.
Normalmente nos quedamos en un punto medio en cada ámbito: No ganamos mucho peso pero tampoco estamos tan en forma como nos gustaría, dedicamos mucho tiempo libre a actividades que no dan ningún beneficio pero de vez en cuando aprovechamos el tiempo en cosas productivas, etc.
No llegamos a cumplir ninguna meta con éxito, sino a medias. Y si la cumplimos nos lleva mucho más tiempo del planificado.
El placer inmediato, el gran enemigo de cumplir metas
Todos queremos llegar a nuestra versión ideal, pero, ¿por qué no hacemos esas cosas que sabemos que son buenas para nosotros y nos van a llevar a lograr nuestras metas?
Principalmente por un componente químico llamado dopamina.
La dopamina hace que deseemos más unas actividades que otras porque vamos a conseguir un placer inmediato.
Por ejemplo, hoy en día la mayoría de videojuegos tienen un sistema donde consigues recompensas cada pocos minutos, como pueden ser nuevos personajes, mejoras de objetos o diferentes atuendos.
Estas recompensas nos dan un pequeño chute de dopamina que hace que queramos seguir jugando.
Evidentemente, si nos ponemos en el largo plazo y comparamos fríamente, te vas a sentir más feliz y satisfecho tras ver los resultados de llevar 3 meses entrenando en el gimnasio o leyendo que tras ver los resultados de llevar 3 meses jugando a un videojuego del móvil.
Pero la dopamina actúa muy a corto plazo, y nuestros objetivos vitales son a largo plazo.
Para autoconvencernos de decidir hacer la actividad improductiva a corto plazo nos ponemos excusas como que ya lo haremos después o que ahora no es el momento adecuado por alguna circunstancia.
No vas a tomar la decisión correcta siempre. Somos humanos, no robots. Pero sí que hay sistemas y modelos mentales que te van a ayudar a ir en la dirección adecuada.
Además, el primer paso siempre es el más difícil, superar la barrera de entrada es complicado pero una vez arrancas, requiere menos esfuerzo seguir en el camino que te lleve a cumplir tus metas.
¿Qué debes hacer para llegar a tu tu versión ideal y lograr tus metas?
Cada día nos enfrentamos a pequeñas decisiones en nuestra vida:
- He acabado mi jornada laboral y tengo varias horas libres, ¿me pongo a leer un libro sobre un tema que me interese o a ver la televisión?
- Debería ir al gimnasio pero está lloviendo, ¿voy de todas formas o me pongo una serie en casa?
- Me ha entrado hambre a mitad de la tarde, ¿me como una fruta o un dónut?
- No tengo plan para este domingo, ¿le digo a un amigo de quedar o me pongo a jugar a videojuegos?
Cada decisión es un paso a la uno de los dos escenarios que he descrito en la primera sección. Te lleva más cerca o más lejos de lograr tu objetivo.
Si cada día tomas la mitad (50%) de las decisiones que te lleven a tu yo ideal y la otra mitad a tu yo anti-ideal, a lo largo de un año te quedarás más o menos donde estabas.
Esto es lo que le suele pasar a la mayoría de la gente.
Pero si logras cambiar algunas (¡no tienen por qué ser todas!) de las decisiones negativas que ibas a tomar por las opciones positivas (por ejemplo, pasando a un 60% de decisiones en la dirección de tu yo ideal en lugar de un 50%) va a suponer un cambio enorme a largo plazo.
No solo ganas los beneficios de dos acciones positivas, sino que te quitas los perjuicios de dos acciones negativas.
Siguiendo el ejemplo de antes, no sólo estarás más fuerte, socializarás y te sentirás mejor si vas al gimnasio, también te quitas los aspectos negativos de quedarte viendo una serie en casa (más horas de pantalla en tus ojos, mala postura…).
En el corto plazo ya puedes notar algunos efectos positivos, pero es en el largo plazo cuando más se notará el poder de cambiar estas pequeñas decisiones.
No vas a ver grandes resultados por sustituir una fruta por una chocolatina en un día, pero si lo haces todos los días durante un año la diferencia son varios kilos menos.
Cuantas más decisiones puedas sustituir, mejor. Te animo a que analices durante unos días tus rutinas e intentes reconocer cuando estás frente a una decisión de este tipo.
Es muy complicado tomar siempre el camino difícil y hacerlo todo perfecto, tomar siempre la decisión responsable. La buena noticia es que no necesitas hacerlo todo perfecto, sino sustituir algunas decisiones poco a poco.
Una vez cambies una pequeña decisión, incorpóralo a tu rutina para que ese sea tu nuevo escenario base. Después te toca repetir el proceso y sustituir otra pequeña acción.
Si cambias una decisión cada semana, a largo plazo estarás en la buena dirección para cumplir tus metas. Llevará tiempo, no será fácil, pero irás en el camino correcto y lo acabarás consiguiendo.
Conclusión: Cumplir metas requiere de pequeñas decisiones frecuentes
Lo que somos en el futuro viene determinado por decisiones diarias.
Quien consigue la independencia financiera no lo hizo en un día, sino que diariamente fue tomando buenas decisiones:
- Un día en lugar de ver videos de gatitos en internet empezó a ver videos sobre educación financiera.
- Otro día en lugar de leer un periódico deportivo empezó a leer Una Vida Ideal para aprender cómo invertir.
- Otro día en lugar de jugar a videojuegos empezó a aprender cómo podría comprar sus primeras participaciones en fondos indexados.
- Otro día en lugar de comprarse el último modelo de móvil, decidió comprar un móvil de gama media, invirtiendo el dinero restante.
Esas decisiones individualmente no hacen una gran diferencia, pero en conjunto y a largo plazo ha hecho que una persona pueda conseguir la independencia financiera.
Lo mismo pasa con otros objetivos que podamos tener: Tener un cuerpo atlético, tener un negocio propio, escribir una novela…
Si diariamente cambiamos pequeñas decisiones nos vamos a poner en el camino correcto para el éxito y alcanzar nuestras metas.
Lograr metas que nos hemos propuesto no es sencillo, pero espero que este recurso te ayude a cumplir objetivos.
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