En este recurso vemos cómo funciona la inversión por dividendos y cómo puedes conseguir ingresos pasivos invirtiendo en empresas del dividendo.
Además, analizaremos para qué perfil de inversor va orientada esta popular estrategia de inversión.
¿Qué son los dividendos?
Los dividendos son una cantidad de dinero que se cobra por ser poseedor de una acción de una empresa que reparta dividendos.
La inversión en dividendos consiste en lo siguiente:
Como accionista tú posees parte de esa empresa, es decir, eres dueño de una pequeña proporción. Cuando esa empresa obtiene beneficios puede reinvertir una parte en la empresa (comprando nuevo equipamiento, mejorando sistemas, abriendo nuevas sucursales…) y repartir otra parte de los beneficios entre sus dueños de manera proporcional (dividendos).
Los dividendos se pueden repartir mensualmente, trimestralmente o anualmente a criterio de la empresa. También existen dividendos extraordinarios que se pagan tras un acontecimiento especial, como la venta de una sucursal.
Por ejemplo, en esta página podemos consultar los dividendos de McDonald’s, podemos ver que actualmente da un dividendo trimestral aproximado de 1,5 dólares por acción.
Es decir, los dividendos nos proporcionan unos ingresos pasivos, simplemente por ser dueños de la acción.
Los conceptos más importantes relacionados con los dividendos
Voy a explicar algunos conceptos que son imprescindibles si queremos conocer más a fondo el tema de los dividendos.
De manera simplificada, hay dos maneras de cobrar los dividendos:
- Pago en metálico: Cobras los dividendos en dinero que se ingresa en tu cuenta. Las empresas que repartan dividendo en metálico son las que tienes que buscar si lo que quieres son ingresos pasivos.
- Pago en acciones: Cobras los dividendos en acciones. Pero como hay más acciones, al final tienes la misma proporción.
La rentabilidad por dividendo es la relación entre el dividendo y el precio de la acción. Por ejemplo, si las acciones de una empresa cuestan 200 euros y reparte un dividendo de 5 euros anuales, la rentabilidad por dividendo es del 2,5%.
Otros indicadores importantes son el Beneficio Por Acción (BPA), el cual sirve para medir el beneficio de la empresa una vez se han restado los dividendos y el Price Earnings Ratio (PER) el cual se utiliza para valorar a las empresas.
Un PER bajo (De 0 a 10) indica que la empresa está infravalorada o bien se esperan que los beneficios tiendan a bajar y uno alto (20+) que la empresa está sobrevalorada o tiene grandes expectativas de crecimiento.
Cuando buscamos qué empresas del dividendo comprar, nos interesa más la calidad (empresas que mantengan el dividendo durante un largo periodo de tiempo) que cantidad (una rentabilidad por dividendo muy alta pero inestable).
Para ello tenemos los conocidos como aristócratas del dividendo. Empresas que han aumentado su dividendo de manera continuada durante 25 años seguidos, es decir, aun en tiempos de crisis se han mantenido fiables.
La estrategia de dividendos crecientes, en inglés Dividend Growth Investing (DGI) se fija principalmente en estos aristócratas del dividendo, buscando estabilidad y vencer a la inflación con un dividendo que crece al menos al mismo ritmo.
Vamos a verla en el siguiente apartado.
¿En qué consiste la estrategia de inversión en dividendos creciente?
La estrategia de los dividendos crecientes (DGI por sus siglas en inglés) consiste en invertir en empresas que repartan dividendo en metálico y a lo largo del tiempo este haya sido creciente durante bastantes años, demostrando estabilidad en cualquier ciclo económico.
Para esta estrategia no vale simplemente invertir en las empresas que mejor rentabilidad por dividendo nos den, sino que requiere de tiempo y conocimientos para hacer análisis individuales si se quiere invertir de manera óptima.
Por supuesto no estamos solos en esto, por internet se pueden encontrar multitud de análisis de las diferentes empresas y sugerencias para añadir a nuestra cartera.
Tenemos que buscar que nuestra cartera tenga empresas muy estables, que repartan dividendo creciente y que esté lo más diversificada posible tanto en sector (comercio, bancario, petroleras…) como en regiones.
Una vez cobremos el dividendo, este dinero lo podemos usar junto a nuestros ahorros para comprar a su vez más acciones de las empresas con dividendo creciente que hayamos elegido. Es decir, reinvertimos los ingresos pasivos.
El precio de las acciones nos interesa que esté bajo cuando las compremos y después en teoría nos da igual porque no las vamos a vender, de hecho, nos interesa que no suba mucho para poder ir comprando más.
Vamos a poner una analogía para entender mejor esta estrategia: La granja de los dividendos
Imagínate que las acciones de las empresas son vacas y la leche son los dividendos que recoges con cierta periodicidad.
Con el paso del tiempo vas recogiendo la leche (dividendos) y comprando cada vez más vacas (acciones de empresas de reparto de dividendo).
Puede que tus vacas en un momento determinado estén en muy lustrosas y se vendan bien (las acciones suben en el mercado) pero a ti no te interesa venderlas, te interesa que sigan produciendo leche y cada vez en mayor cantidad.
Las matemáticas de los dividendos
Una persona que invierta en la estrategia de dividendos crecientes para obtener ingresos pasivos se encuentra con diferentes progresiones matemáticas que le ayudarán a aumentar su patrimonio:
- Ahorro: Esta es una progresión aritmética, es decir, cada año si tenemos el mismo sueldo ahorraremos más o menos lo mismo. Es la que nos permitirá iniciar nuestra estrategia
- Dividendo creciente: Los dividendos irán creciendo con el tiempo, si nuestros dividendos crecen de media un 5% anual y cobramos 1000€ al mes en dividendos, al siguiente año cobraremos 1050€, al siguiente 1102,5€, al siguiente 1.157,63€… Sigue una progresión geométrica, es decir, cada vez las ganancias son mayores.
- Precio de acción creciente: Además, nuestras acciones a lo largo del tiempo valdrán más, y aunque en principio no las vamos a vender no está de más que nuestra cartera valga cada año más. Suponiendo una cartera de 100.000 euros, si anualmente sube 5% al cabo de los 10 años valdrá 162.889€.
- Reinversión de dividendos: Cada año ampliamos nuestra cartera comprando acciones y encima cada vez nuestras acciones nos dan un dividendo mayor como ingresos pasivos que lo utilizamos para comprar más acciones. El poder del interés compuesto.
Como vemos tenemos varias variables que se ayudan unas a las otras para que nuestra cartera crezca cada vez más gracias al interés compuesto, lo cual hace que obtengamos mayores ingresos pasivos, una bola de nieve imparable.
Principales ventajas de la inversión en dividendos
La estrategia de inversión en dividendos tiene una serie de ventajas que vamos a ver a continuación.
La primera es la de recibir ingresos pasivos. Nuestro dinero trabaja por nosotros, cada vez que cobramos dividendos es un dinero que, si no hubiésemos invertido, no tendríamos.
El valor psicológico de recibir rentas de manera continuada es muy importante, ver cómo estas van a aumentando poco a poco a lo largo del tiempo nos mantendrá firmes en el plan y nos dará una motivación extra.
Ves que el esfuerzo que le dedicas al mundo de la inversión tiene sus frutos con cada cobro de dividendos.
Otra gran ventaja es la estabilidad, si sigues la estrategia de dividendos crecientes cuando venga una crisis no solo te dará igual ya que seguirás cobrando las mismas rentas sino que encima, podrás comprar acciones más baratas.
Psicológicamente nos mantiene serenos, que la bolsa sube o baje no nos afectará tanto como a otros inversores. Si has seleccionado bien las empresas, estas seguirán manteniendo un dividendo creciente y tus rentas no solo no disminuirán sino que seguirán aumentando aun en tiempos de crisis.
Quizás alguna empresa pueda recortar el dividendo o no aumentarlo, pero en una cartera diversificada de aristócratas del dividendo esto será anecdótico y no tendrá gran peso.
Principales desventajas de la inversión en dividendos
Como no hay ninguna estrategia perfecta, aquí te traigo las principales desventajas de la inversión en dividendos.
Para la fase de acumulación del patrimonio, es decir, la fase donde mes a mes vas ahorrando e invirtiendo el capital, no es fiscalmente eficiente.
Esto se debe a que cada vez que cobres los dividendos, te tocará visitar a hacienda (en España esto te supondrá al menos un 19%) y, posteriormente, reinvertirás estos dividendos en la compra de más acciones.
El dividendo sale de los beneficios de la empresa, por lo que es dinero que la empresa no dedica a mejorar.
Realmente esto no es una gran desventaja dependiendo de la empresa, puesto que aunque empresas como McDonald’s aún pueden expandirse más, tienen un negocio sólido y estable, no necesitan revolucionar su producto para que año a año se hagan con ingentes cantidades de beneficios (y puedan repartirlas a inversores como tú).
En cambio, para una empresa tecnológica, sí es importante que todos los beneficios se reinviertan en más investigación y desarrollo ya que las empresas tecnológicas están continuamente mejorando el producto y adaptándolo a nuevos tiempos para que no se quede obsoleto.
La diversificación en la inversión en dividendos no es tan grande como la inversión en fondos indexados, en el cual inviertes fácilmente en cientos o miles de empresas desde el primer euro.
Conseguir una buena diversificación tanto en países como sectores te llevará un buen tiempo de ir comprando poco a poco acciones que te interese incluir en tu cartera.
Y para ir incorporando acciones a tu cartera, deberás analizar la empresa y su precio en el mercado, lo cual requiere de unos ciertos conocimientos sobre empresas ideales para la estrategia de los dividendos y dedicarle tiempo.
Por último, la fiscalidad también puede ser un poco más complicada si se compran empresas desde brokers extranjeros. Nada que no podamos solucionar en unas horas buscando en internet, pero conviene tenerlo en cuenta.
Conclusión: Inversión en dividendos
En este recurso hemos aprendido los conceptos más importantes sobre los dividendos, en qué consiste la estrategia de los dividendos crecientes y sus principales ventajas e inconvenientes.
Si todavía dudas si los dividendos son para ti o no, voy a ponértelo más fácil.
La estrategia por dividendos para ti si…
- No te importaría tener que dedicar algo más de tiempo para analizar empresas.
- Es importante para ti tener unos ingresos pasivos.
- No tienes buena tolerancia al riesgo, si hay una crisis económica, te cuesta mantener la calma.
- Estás en la fase de retiro o te vas acercando a ella (dentro de unos 5 años)
La estrategia por dividendos no es para ti si…
- Te gusta la sencillez y no quieres dedicar tiempo a analizar empresas.
- Estás en fase de acumulación de patrimonio, quieres reinvertir tus ganancias y vives en un país con una fiscalidad muy mala para los dividendos como España.
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