Ser asertivo: Cómo mejorar nuestra comunicación asertiva

Puede que en alguna ocasión hayas tenido que aceptar una petición a hacer algo que no querías, y no has podido expresar lo incómodo que te hacía sentir. Por ejemplo, una persona que echándole cara, te encarga una tarea en el trabajo que no te corresponde a ti.

Mejorar tu asertividad es mejorar tu toma de decisiones y a lo que dedicas tu tiempo. Y eso repercute en unas finanzas sanas y una vida con mayor bienestar.

En este recurso hablo de la asertividad: Definición de asertividad, los motivos por los cuales no somos todo lo asertivos que deberíamos, ejemplos de asertividad y cómo mejorar nuestra comunicación asertiva.

¿Qué es ser asertivo?

La RAE define la asertividad como la cualidad de ser asertivo, es decir, una persona que expresa de manera firme su opinión.

De manera más extensa, la asertividad es la capacidad de decir no, defendiendo nuestros propios intereses, respetándonos a nosotros mismos y nuestras ideas.

Pero podemos ir un paso más allá: La asertividad es más que saber decir que no, es saber tolerar la tensión entre dos personas, poniendo nuestros intereses al mismo nivel que los demás, ni más alto ni más bajo, sabiendo que esto puede no satisfacer por completo a la otra parte.

¿Cómo mejorar nuestra comunicación asertiva?

Cuando rechazamos algo sentimos que estamos haciendo algo malo a la otra parte, que le estamos fallando.

Esto no es así. Cuando la otra parte se excede en sus peticiones, si cedes a ellas no le estás haciendo ningún favor, todo lo contrario. La otra persona creerá que el mundo es así y que todo el mundo va a acceder a sus peticiones, haciéndose una idea equivocada de cómo funcionan las relaciones interpersonales.

Esto se ve bien en la educación de los hijos: Decir siempre que sí le crea el pensamiento al hijo de que todo en la vida está garantizado y lo pasará peor cuando se enfrente a un «No». No sabrá lidiar con ello de la manera correcta.

Pero no hay que poner el foco en la otra persona sino en uno mismo. La asertividad tiene ser natural en ti por algo muy importante: El respeto a uno mismo. Saber que tus necesidades son tan importantes como las de los demás.

De hecho, si no eres asertivo, pueden tomar un favor como algo habitual, pasa a ser una obligación. ¿Cuantas veces nos hemos encontrado con esta situación?

Si te resulta familiar y estás inmerso en una situación donde se están aprovechando de ti, lo primero que debes hacer es romper el hábito. Quizás con una excusa si no eres capaz de la confrontación directa.

Una vez que digas que no, puedes entrar en fase de negociación, di lo que quieres manifestando tus necesidades, que la otra parte manifieste las suyas, alcanzando un trato en el cual ganen las dos partes.

Comunicación asertiva, agresiva y pasiva

Existen tres estilos comunicacionales diferentes: pasivo, agresivo y asertivo. Vamos a definirlos junto con un ejemplo sobre cómo actuaría una persona pasiva, agresiva o asertiva si le traen en un restaurante un plato que no ha pedido.

Estilo de comunicación pasivo: Las personas que tienen este estilo interponen los deseos y derechos de los demás a los suyos propios.

En el ejemplo del restaurante, la persona no diría nada aunque no le guste el plato.

Estilo de comunicación agresivo: Es el estilo opuesto al pasivo, interponen sus deseos por encima de los demás, sin pensar en cómo se pueden sentir.

Una persona con estilo de comunicación agresivo en el ejemplo montaría un escándalo y le increparía al camarero de mala manera que él no ha pedido ese plato.

Estilo de comunicación asertivo: Entre pasivo y agresivo, está el estilo asertivo, el cual satisface nuestros deseos sin pisar a los demás.

Una persona asertiva en el ejemplo le comunicaría al camarero que ha habido un malentendido con su pedido y pediría que se lo cambiasen.

Comunicación asertiva y empática

La comunicación es el proceso mediante el cual dos o más personas pueden intercambiar ideas y opiniones. Sin embargo, también necesita otros elementos para que el mensaje pueda ser recibido y entendido por el receptor.

Es así como la asertividad y la empatía intervienen como elementos básicos para establecer una relación más estrecha entre el emisor y el receptor.

Ahora bien, la asertividad es tratar de expresar nuestras ideas con gran decisión y certeza, sin imponernos. Esta habilidad hace que la persona sea capaz de hablar con fluidez, pero sin ser cortés y respetuoso con los demás.

Por lo tanto, la conversación difícilmente se convierte en una discusión, ya que la persona mantiene un equilibrio al comunicarse.

La empatía es la capacidad de comprender nuestras emociones y las de los demás. Por otro lado, es importante poder separar nuestras propias emociones de las de los demás.

Tendremos en cuenta no solo las opiniones de los demás, sino también sus sentimientos, con el fin de moderar nuestro tono y seleccionar mejor nuestras palabras al hablar con ellos.

La comunicación asertiva y empática es la capacidad de expresarse con claridad, respeto y valorar las opiniones y sentimientos de los demás.

Ejemplos de asertividad

En esta sección vamos a ver más ejemplos de asertividad para entender mejor cómo ser asertivo. Hay ejemplos de asertividad en la vida cotidiana y también ejemplos de comunicación asertiva en el trabajo.

Ejemplos de comunicación asertiva

A continuación, vamos a ver ejemplos de comunicación asertiva:

  • «¿Cuándo es buen momento para que hablemos de una cosa que me está molestando sobre ti?»
  • «No puedo el martes, esa tarde la dedico para mi. ¿Qué tal el miércoles?»
  • «¿Puedes darme más información para que pueda entender tu punto de vista?»
  • «No tengo tiempo, disculpa. Tal vez la próxima vez.»
  • «Siento que no valoras todas las tareas que hago en casa.»
  • «Gracias por tu comentario, lo tendré en cuenta.»

Ejemplos de comunicación no asertiva

Vamos a ver ejemplos de comunicación no asertiva (pasiva o agresiva):

  • «Esto lo vamos a hacer como yo digo, es la mejor manera». (Agresiva)
  • «Vale, hacemos lo que tú digas. Tú mandas.» (Pasiva)
  • «¿Por qué no puedes hacer nada bien?» (Agresiva)
  • «Cada vez que te veo estás peor.» (Agresiva)
  • «Estoy disponible para quedar cuando tú me digas, el día que sea.» (Pasiva)
  • El jefe: «Tienes que quedarte otra vez hasta tarde, pero te da igual, ¿no?»(Agresiva)
  • El empleado, que ya tenía otros planes: «Sí, no importa…».(Pasiva)

¿Por qué nos cuesta ser asertivos?

La falta de asertividad convertida en pasividad se debe principalmente a tres motivos:

Miedo al rechazo: Tememos que al no aceptar las peticiones de los demás, estos vayan a dejarnos de lado, quedándonos fuera del grupo.

Querer ser queridos: Esto es algo natural del ser humano, a todos nos gusta que nos quieran, el sentirnos queridos es algo muy importante y creemos que siendo sumisos y aceptando todas las peticiones nos van a querer más.

Sentimiento de culpa: Hemos entrado en una dinámica negativa en la cual creemos que estamos obligados a hacer ciertos favores e incluso nos sentimos mal si no los hacemos.

En cambio, si tenemos una comunicación agresiva, se debe principalmente a nuestra falta de empatía con las emociones de los demás. Deberemos ponernos en la piel de las otras personas más a menudo y pensar cómo se sienten tras recibir nuestros comentarios.

Busca relaciones y tratos «Win-Win»

En las relaciones humanas (Y en general, en la vida) hay que buscar el win-win, que las dos partes ganen. Porque es perfectamente posible encontrar ese punto en el que ambos salgamos beneficiados.

Cuando estés ante una situación en la que no estés conforme con el trato, prueba a negociarla para que ambos ganéis. Te será mucho más fácil que un no rotundo, y tú podrás sacar algo a cambio.

Un ejemplo de asertividad en el trabajo podría ser el siguiente: Tienes un compañero al que siempre le intercambias tus turnos de mañana por sus turnos de tarde, pero tú quieres también disfrutar de las tardes libres.

Puedes negociar con él que algunos días le intercambies el turno a cambio de que te intercambie los turnos de noche, ya que es un turno que a ti no te gusta hacer.

Autoestima y asertividad

La autoestima tiene una gran influencia en la asertividad. De nuestra autoestima dependerá bastante si podemos contestar asertivamente a las peticiones que recibimos en el día a día.

Las personas con baja autoestima creen que si son dóciles (comunicación pasiva, van a ser queridos por todos, consiguiendo relaciones que duren para toda la vida. Nada más aburrido que una persona sumisa, que te diga siempre que sí, que no te plantee ningún reto.

Si somos muy poco asertivos la otra persona nos usará hasta que le seamos útiles. Cuando no pueda sacar nada más de nosotros pondrá fin a la relación, puesto que no la valora realmente.

En cambio, una sana autoestima te permite ser asertivo, más seguro de ti mismo y de saber que si dices que no o tienes pequeños conflictos en tus relaciones es algo totalmente natural. La otra persona sabe que mereces la pena y quiere que estés en su vida. Le propones retos, le mantienes vivo.

Si eres asertivo te respetarán más y tendrás mejores relaciones.

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