Si quieres invertir con éxito, deberás aprender a detectar estafas al invertir. En este recurso escribo sobre 5 reglas de oro que tienes que saber para evitar caer en engaños o estafas financieras.
Introducción
Cuando eres novato y te adentras en el mundo de la inversión, tienes muchos conceptos por asimilar y es difícil distinguir qué es una estafa de lo que no. Por ejemplo, no sabes distinguir qué rentabilidades son realistas y cuáles son absurdas.
Estás ilusionado y deseoso por aprender más sobre inversión. Y también eres el objetivo principal de los estafadores, que crean anuncios y páginas web intentando convencerte para que piques el anzuelo.
Al igual que una empresa dedica muchas horas en marketing para que compres sus productos, los estafadores se tiran literalmente horas y horas creando los textos, anuncios e imágenes perfectos para engañarte.
Cada palabra está estudiada para persuadirte y que piques el anzuelo, por eso tenemos que estar más atentos que nunca frente a las estafas al invertir nuestro dinero.
Detectar estafas al invertir
Antes de adentrarte en cualquier inversión, debes entender bien el binomio rentabildad-riesgo.
Toda inversión que genere una rentabilidad lleva un riesgo asociado. A mayor rentabilidad, mayor es el riesgo.
Hay binomios rentabilidad-riesgo más atractivos que otros, pero no existen productos de inversión perfectos. Es decir, que si te prometen una inversión con mucha rentabilidad y muy poco riesgo, te están engañando.
Vamos a ver diferentes banderas rojas que tienen que hacer saltar todas nuestras alarmas:
1.- Rentabilidades aseguradas
En la inversión, las rentabilidades aseguradas NO existen. Lo más parecido son los depósitos de los bancos que aunque no están 100% exentos de riesgo, este es extremadamente bajo.
Para que perdieses el dinero en un depósito en un banco español, tendría que quebrar la entidad bancaria y que quebrase también el Fondo de Garantía de Depósitos para tus primeros 100.000€.
La rentabilidad para los depósitos en euros es muy baja, no llega a cubrir la inflación. En divisas que sufren una gran inflación sí que hay depósitos que ofrecen una rentabilidad acorde.
Pero las estafas financieras por rentabilidades aseguradas no suelen venir por los bancos tradicionales sino por inversiones alternativas. Si te dicen que la rentabilidad (en euros) está asegurada y esta es >2% anual*, es una bandera roja clara.
O bien es una estafa como tal, o bien no están mostrando claramente los riesgos de esa inversión.
* Depósitos en divisas con una fuerte inflación pueden ofrecer rentabilidades altas y no ser ninguna estafa, pero porque la inflación es también alta. La rentabilidad ofrecida apenas acaba cubriendo la inflación de la divisa o es inferior.
2.- Rentabilidades absurdamente altas
Como vimos al principio, a mayor rentabilidad, mayor riesgo. Bitcoin ha tenido una rentabilidad altísima, pero es que el riesgo de que no se adoptase y quedase en nada hace unos años era también muy grande.
Es posible que circunstancias especiales te puedan hacer tener un buen año en bolsa y tener un 40% de manera completamente excepcional (por ejemplo, quien empezase a invertir tras Marzo de 2020 en el SP500).
Repito, de manera totalmente excepcional y durante un corto periodo de tiempo.
Pero estas rentabilidades no son sostenibles en el tiempo. A largo plazo las rentabilidades de un buen inversor podrían rondar entre el 4% y el 12% anualizado (unos años más altas y otros más bajas e incluso negativas).
Si alguien te promete rentabilidades muy altas sostenidas en el tiempo te está mintiendo y es una estafa.
A menudo se combinan los puntos 1 y 2, y vemos estafas que prometen cosas como “obtén un 30% anual garantizado” incluso dicen la rentabilidad de manera mensual para intentar sonar menos absurdo: “obtén un 4% mensual asegurado”.
3- No entender cómo se genera el dinero
La inversión puede llegar a ser compleja si intentamos entender cada resquicio de cada empresa que compramos, pero siempre debemos entender cómo se está generando el dinero de nuestra inversión, sea en bolsa o sea en otro lado.
Regla de oro: Si no entiendes cómo se genera el dinero que vas a ganar, no inviertas el dinero en ese producto. ¿Cómo se está generando esa plusvalía? ¿De dónde viene?
Muchas estafas financieras se venden como sistemas complejos, porque la gente novata cree que más complejidad equivale a inversión de más calidad o que esa inversión ha diseñado algo muy novedoso y por eso puede ofrecer esas rentabilidades absurdamente altas.
Por ejemplo, una famosa estafa en la que ha caído mucha gente hace “arbitraje de criptomonedas de forma automática utilizando los master nodos de machine learning”.
Pura palabrería que escondía una estafa como un castillo. Pero la gente invertía sin entenderlo realmente, simplemente porque le sonaba complejo y “si es complejo, es que es un sistema muy currado”. Currado sí, para estafarte.
Además, las estafas financieras tipo ponzi puede funcionar bien los primeros meses conforme entran incautos y los estafadores dan sensación de seguridad. Pero el chiringuito acaba cayendo tarde o temprano.
4- El aspecto
Enlazando con la estafa anterior del arbitraje de criptos, su página web está muy bien diseñada. Incluso tiene un diseño más bonito que la de bancos tradicionales que mueven miles de millones de euros.
No te pienses que las estafas de inversión van a tener una página web cutre, no todos son los típicos anuncios patéticos de invertir 250€ en amazon con una chica guapa o un fajo de billetes.
Muchos son estafadores con una web muy profesional diseñada exclusivamente para engañarte. El aspecto, por muy profesional que sea, no es garantía de nada.
5- «Aprende mi método»
En este tipo de estafa cae también mucha gente porque enseñan verdades a medias. Se trata de el típico curso de trading donde el autor intenta venderte “su método exclusivo” donde lleva muchos años ganando dinero.
Lo que no te dice el autor es que de lo que vive es de vender cursos, y que sólo te enseña las operaciones positivas, las negativas no (o te enseña 10 positivas por cada negativa).
Normalmente utilizan mucho neuromarketing y apelan a otras cosas que nada tiene que ver con la inversión para que te vengas arriba y des el paso de pagar el curso, el grupo de telegram o lo que sea.
Por ejemplo:
- «Yo era como tú, vivía amargado, hasta que un día dije basta y empecé de trader»
- “¿Harto de trabajar de 9 a 6? ¡Despide a tu jefe!”
- “Yo trabajo de trader y le dedico 2 horas al día”
- “¿Quieres tener más libertad y vivir sin tener que trabajar?”
Y otras frases similares.
En conclusión, en el mundo de la inversión tenemos que saber detectar estafas financieras. Evitar estafas al invertir es sencillo si dedicamos tiempo razonable a investigar en que invertir y entender los fundamentos de la inversión, su rentabilidad y su riesgo.
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