Una práctica muy común en el mundo de la inversión es copiar otras carteras de inversión populares. Por ejemplo, una cartera de 60% MSCI World y 40% bonos alemanes a largo plazo.
Copiar carteras es útil y tiene mucho sentido al principio, cuando te estás aproximando al mundillo de la inversión y no entiendes el porqué detrás de ese asset allocation, es decir, por qué se está invirtiendo en esos activos en concreto y en esas proporciones.
No obstante, quería destacar algunos errores que tiene esta práctica y en los que quizás estás cayendo sin darte cuenta:
Preferencia temporal
¿Cuándo quieres consumir el dinero de tu inversión? ¿En 5 años? ¿10? ¿Tal vez en 25 años, cuando te jubiles?
Cada activo tiene un cierto periodo de maduración que tiene que coincidir con cuándo lo quieres consumir.
Como cuando vas al supermercado y compras los plátanos amarillos si los quieres comer pronto o te vas a los más verdes si quieres comértelos al final de la semana.
No tiene sentido que compres plátanos amarillos, ya maduros, si quieres comértelos la semana que viene. Se van a poner malos. Tampoco quieres comprar un plátano verde para comértelo hoy porque no está maduro.
La inversión es igual: si quieres consumir los beneficios de tu inversión a largo plazo tendrás que configurar una cartera con activos diseñados para el largo plazo. Y lo mismo pasa con los activos a corto plazo.
Por ejemplo, una cartera que tenga 100% renta variable mundial no está diseñada para consumirse en 2 años, porque puede venir una recesión y bajar abruptamente. En cambio, en el largo plazo habrá atravesado todo tipo de escenarios macroeconómicos y su rentabilidad será positiva.
Volatilidad
Otro motivo para no copiar carteras de inversión ajenas es la tolerancia a la volatilidad.
¿Qué caídas eres capaz de soportar sin modificar tu estrategia inversora? Si ves que la rentabilidad de tu cartera cae un 10/20/40%, ¿venderías? ¿comprarías más?
Estas preguntas son fáciles de responder de manera teórica, pero si llevas suficientemente en los mercados sabrás cómo te has comportado en la práctica y las emociones que has atravesado.
No copies carteras que toleren una mayor volatilidad de la que tú puedes soportar. Te puede llevar a tomar malas decisiones que arruinen por completo esa rentabilidad que llevas tanto tiempo persiguiendo.
Simplicidad
¿Cómo de fácil es invertir en los activos que componen tu cartera? Quizás te guste una cartera que incluye oro físico, pero tú te sientes muy inseguro custodiando el oro en casa y tampoco te convencen otras alternativas de custodia.
Las carteras están diseñadas con un propósito detrás, si invertir siguiendo una determinada cartera te va a suponer que algunos meses no vas a hacer las aportaciones porque te da pereza o te lleva mucho tiempo de gestión que no tienes, mejor buscar una cartera alternativa que sí puedas cumplir.
Portabilidad
Sé que soy el único que habla de portabilidad en las carteras (o al menos no he visto a nadie preocuparse por ello), pero es una de las características más olvidadas y que cada vez cobra más relevancia.
Somos muchos los que no tenemos una residencia fija y nos vamos moviendo entre países de vez en cuando. Si es tu caso (o te planteas hacer las maletas en un futuro), te conviene evaluar la portabilidad de tu cartera para adaptarla a tus necesidades.
No se trata únicamente del tipo de activo (por ejemplo, fondos indexados), también de la plataforma en la que inviertes en dicho activo. Por ejemplo, hay robo advisors que permiten invertir casi desde cualquier país del mundo y otros sólo desde la Unión Europea. Si te vas a mudar unos años a un país asiático, por ejemplo, te conviene saber cómo de fácil sería invertir desde allí.
Cada uno de nosotros tiene una situación personal muy particular: planea consumir la inversión de distinta forma, aguanta mejor o peor los vaivenes del mercado, quiere dedicar más o menos tiempo a la gestión de su dinero y vive en diferentes jurisdicciones.
Como dije al principio, copiar carteras de inversión es la mejor manera de empezar a invertir, pero conforme vas entendiendo más a fondo estos conceptos (preferencia temporal, volatilidad, simplicidad y portabilidad) conviene adaptar tu cartera de inversión a tus necesidades.
Si ya tienes el Manual, todo esto ya lo sabes. En el Manual de Educación Financiera tienes diferentes ejemplos de carteras de inversión para que te sirvan como base y también tienes explicados los diferentes activos en los que puedes invertir junto con sus características para que aprendas a adaptar tu cartera a tus circunstancias personales.