En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.
Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.
Acceder ahora«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual
Existen algunas ideas potentes que tienen el poder da cambiar tu forma de ver el mundo si las entiendes e interiorizas.
Hoy vamos a ver una de ellas. No volverás a ser la misma persona tras acabar de leer este recurso.
Una verdad incómoda que debes escuchar
Nadie te debe nada.
Ni tus padres, ni el gobierno, ni tus amigos, ni tu pareja.
Nadie tiene la obligación de aguantarte en tus peores días. Si lo hacen es porque te quieren y porque tú les aportas algo positivo.
Nadie tiene la obligación de darte un trabajo. Si te contratan es porque tienes unas habilidades útiles que hacen ganar dinero a tu empleador.
Nadie debe de hacerte feliz. Eso es trabajo exclusivamente tuyo.
Si crees que te lo mereces todo, cambia el paradigma.
¿Sabes qué pasa cuando crees que tu pareja tiene la responsabilidad de hacerte feliz, cuando crees que el estado debe de mantenerte o cuando crees que tus amigos deben escucharte pase lo que pase?
Que te enfadarás si no ocurre. Les demandarás algo que ellos no están obligados a hacer. Quieres hacer obligatorio un gesto generoso y altruista. Mal plan.
Cargas en los demás una responsabilidad que es únicamente tuya.
En cambio, si empiezas a creer que nadie te debe nada te relacionarás más con la gente que honestamente se preocupa por ti, sin que tú les demandes nada.
Cambiar el paradigma de «los demás me deben X» a «nadie me debe nada» tiene dos efectos principales muy positivos:
- Tienes relaciones más sanas: La gente no se relaciona contigo porque deban hacerlo (y les presiones para ello), sino porque quieren, porque eres buena compañía. Esto mejora mucho tu autoestima.
- Quieres mejorar: Si entiendes que nadie tiene obligación de relacionarse contigo, sino que lo hacen porque eres una persona que aporta a los demás, te animará a mejorar como persona para ganarte relaciones de calidad.
¡Ojo! Que esto no quiere decir que no merezcamos nada. Eso sería un mensaje demoledor para la autoestima y el mensaje que quiero transmitir es precisamente el contrario.
Estoy seguro de que al otro lado de la pantalla hay una buena persona leyendo este recurso (los lectores de Una Vida Ideal son majísimos) que se lo curra muchísimo en su día a día.
Quiere decir que sólo nosotros somos responsables de nuestra vida.
Únicamente siendo conscientes de que nadie nos debe nada es cuando podemos…
- Tener buenas relaciones, porque no demandamos amistad de una manera tóxica a nuestros amigos. Es algo libre y voluntario. Y esto hace que nuestras relaciones sean de mayor calidad y nos llenen más.
- Ser responsables con nuestro dinero, porque no queremos depender de nadie, ni siquiera del estado.
- Sentirnos dueños de nuestra vida (locus de control interno) y tener ganas de mejorarla paso a paso.
¿Has escuchado alguna vez la frase «la vida me debe una«?
Cuando decimos esa frase no estamos hablando nosotros, sino nuestro ego. Creemos que nos merecemos más de lo que tenemos.
No, amigo. La vida no te debe nada ni te lo va a dar.
Has podido tener mucha mala suerte (y ojalá se compense) pero esperar a que la vida te lo devuelva sólo te va a frustrar.
Toca currárselo para que pasen buenas cosas.
Y oye, otra buena noticia tú tampoco le debes nada a nadie. Pero eso no quita ser agradecido con las personas de las que disfrutas en tu vida o con la época en la que has nacido, como veremos al final de este recurso.
La verdadera independencia financiera (no la que te cuentan)
No dependas de nadie económicamente. Es una terrible idea.
Recuerda que nadie te debe nada.
Se habla de la independencia financiera cuando los beneficios de tus inversiones cubren tus gastos y eso te permite dejar de trabajar si quieres. Cuestión de nomenclatura, pero yo a eso le llamo libertad financiera, no independencia financiera.
La independencia financiera (tal y como yo la veo) es no depender económicamente de nadie más que de ti mismo.
- No depender de la pensión del estado… porque el estado no dudará en recortarla (¡ya lo han hecho en muchas ocasiones!).
- No depender del sueldo de tu pareja… porque puede venir un divorcio.
- No depender de una ayuda de los padres… porque la relación se podría acabar o podrían cortar el grifo.
Prepárate financieramente para un escenario donde estás solo. Tú y tu patrimonio, nada más.
Este es el peor escenario posible.
Normalmente, si algo grave pasa tendrás una red de seguridad tanto de tus familiares y amigos como del estado (que llevas pagando con tus impuestos muchos años).
Todo lo que podría salir mal, puede salir mal. Y dormir con la tranquilidad financiera de que estás preparado para el peor escenario no tiene precio (paradójicamente).
Y esto es algo que no vas a llegar sólo con ahorro. Si tenías ahorrado 10.000€, este último año has perdido el valor adquisitivo equivalente de 1.000€.
La inflación creada por los estados devora tus ahorros. Y si crees que un 10% de inflación como tenemos en España es algo puntual o anecdótico, le podemos preguntar a los argentinos o venezolanos que hay leyendo como tú este recurso qué les decían sobre la inflación de sus países.
No es buena idea acumular patrimonio en el banco. Ahorrar es una gran idea, pero es una gran idea a medias. Toca poner el dinero a trabajar para ti, te toca invertir.
Si ahorras pero no inviertes, estás tirando horas de tu trabajo a la basura (este año perdiste 1 de cada 10).
Es así de duro y no debería de ser así. Pero es así. A los estados les gusta endeudarse, tienen una política monetaria pésima y generan inflación.
Te toca invertir.
Yo lo hago con fondos indexados porque me parece la mejor opción en mi situación. Aunque hay otras opciones fantásticas como la inversión en empresas que otorguen dividendos crecientes.
Somos tremendamente afortunados
El otro día hablaba con mi madre sobre cómo en su época las mujeres se cosían los vestidos ellas mismas para ahorrar dinero.
Hoy en día la ropa es tan asequible que seguro que, como yo, tienes muchas prendas que no utilizas en el armario.
Nos ha tocado vivir en la mejor época de la historia con más abundancia de recursos y menos pobreza que nunca:

(Evidentemente es una visión global y toca excluir países con condiciones precarias en la actualidad como el caso de Venezuela o Ucrania).
Esto no quiere decir que no haya que luchar con todas nuestras fuerzas para erradicar la pobreza. Hay que hacerlo. Quiere decir que vivimos en la época menos gente en pobreza extrema en proporción de la historia.
Como decía Bastos, lo normal no es la riqueza, lo normal del ser humano es la pobreza y lo que hay que explicar es cómo llegamos a la riqueza de hoy en día.
Lo que ha ocurrido es un milagro histórico obrado con el sudor y el ingenio de nuestros antepasados y nosotros estamos disfrutando los frutos de ese milagro.
Aunque nadie te deba nada ni tú debas nada a nadie… Hay que ser consciente de la enorme suerte que tenemos de haber nacido en la mejor época de la historia.
Qué mejor manera de estar motivado para construir la vida que quieres, ¿no?
Cada domingo envío un email con ideas y recursos potentes para que aprendas a manejar tus finanzas e invertir.