En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.
Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.
Acceder ahora«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual
Hoy hablamos de un concepto de las finanzas personales de un libro muy vendido: morir con la cuenta a cero.
Además, reflexionamos sobre las herencias, concretamente sobre los dos tipos de herencias que hay y cómo puedes dejar la mejor herencia a tus descendientes.
Interesante, ¿verdad? ¡Vamos a ello!
Muere con la cuenta a cero
El otro día llamó mi atención por casualidad el libro Die with zero. Un libro que si bien no me pareció revolucionario, sí que su concepto principal me sirve para explorar nuevos temas interesantes contigo aquí en Una Vida Ideal.
La idea principal de este libro es que tienes que morir con 0€ en el banco. Si mueres con, por ejemplo, 10.000€, significa que:
- Has desperdiciando 10.000€ de experiencias únicas que no has vivido.
- Has trabajado cientos de horas de más que podías haber disfrutado para llegar a esos 10.000€.
A esta idea le pongo varios peros.
El primero es que uno no sabe cuándo va a morir. La vejez es una época de nuestra vida donde no queremos tener preocupaciones de ningún tipo. Es mejor calcular de más que de menos.
La segunda es que no sólo somos ahorradores, somos inversores. Quizás ahora no sea el caso, pero si sigues el camino del ahorro y la inversión, a largo plazo tendrás rentabilidades anualizadas de más de 10.000€ «sin trabajar».
Objeciones aparte, creo que podemos reflexionar y sacar ideas interesantes de este tema.
El primero es sobre las herencias, que lo veremos en la sección siguiente (y no te lo puedes perder).
El segundo es sobre el dinero como un medio y no como un fin.
El dinero no es más que una herramienta a tu disposición. Quizás la mejor herramienta que el ser humano ha creado jamás.
Permite traspasar valor de manera muy cómoda dando pie a la especialización (la cual lleva a progresar más rápido): no tienes que saber cultivar tu comida, construir tu propia casa ni hacer tu propio calzado.
Puedes ser extremadamente especialista en una tarea pequeñísima dentro de la enorme economía mundial, como puede ser programador de software especializado en drones. Gracias al dinero que recibes por tu labor puedes comprar comida, tener una vivienda y muchos pares de zapatos.
Es imposible pensar que la humanidad hubiese llegado tan lejos como ha llegado sin dinero, con sistemas de trueque.
Ahora bien, mucha gente trata el dinero como un fin en sí mismo y eso es un grave error. Han perdido completamente el foco: acumular capital por acumularlo, sin una motivación definida detrás, lleva a la insatisfacción.
El objetivo nunca debe ser acumular 500.000€, debe ser la libertad que te da ser dueño de tu tiempo, comprar la casa de tus sueños o lo que te de la gana. Pero nunca llegar a una cantidad de dinero.
Únicamente si entiendes que el dinero es una herramienta que te ayuda a vivir la vida que quieres, podrás utilizarla a tu favor para llevar la vida que quieres. O poniéndolo como a mi me gusta, utilizar el dinero a tu favor para caminar hacia tu vida ideal.
Los dos tipos de herencias
Como te decía, este tema de morir con cero euros en el banco me llevo a reflexionar sobre las herencias.
Para mi, existen herencias de dos tipos:
- La herencia como un mecanismo de traspaso de patrimonio tras una muerte que resuelve un problema: ¿Qué hacer con los bienes que son de alguien que ha muerto? Se pueden tomar varias soluciones: que se lo quede el estado, que se lo quede la iglesia, que quede sin dueño y sea del primero que lo coja… o el mecanismo legal que finalmente surgió y está ampliamente extendido que es que se lo queden sus herederos, que suele ser la familia del difunto.
- La herencia como un regalo o donación queremos dejar a nuestros hijos a propósito, para ayudarles a prosperar en la vida.
Actualmente, la mayoría de personas que quieren dejar una herencia como un regalo a sus descendientes (segundo tipo) se esperan a hacerlo con las reglas del primer tipo de herencia.
Fiscalidad aparte, no es la mejor manera de hacer las cosas. Por muchos motivos.
Si quieres dejar a tus hijos una bonita herencia para ayudarles a prosperar en la vida pero te esperas a darles el dinero cuando mueras, tus hijos para entonces tendrán 50-60 años.
Para entonces tus hijos si han hecho las cosas bien tendrán un buen trabajo, un buen patrimonio y la vida más que solucionada.
Ese mismo dinero les hubiera dado mucha opcionalidad en su juventud, pero ahora ya tienen su vida hecha y pasará a engrosar su cuenta bancaria o a tener un piso más del que pagar el IBI todos los años.
Vimos en otro recurso la importancia de empezar pronto, tanto a invertir como a empezar nuestra vida laboral.
La herencia, cuanto antes se dé, más impacto positivo tendrá. Ese dinero le puede ayudar a comprarse una casa unos años antes ahorrándose miles de euros de alquiler, a tener hijos pronto (y tú disfrutar de ellos como su abuelo/a) o a emprender y avanzar mucho más rápido en el mundo laboral.
Además, si les das tu herencia cuando tú aún estás vivo podrás verles disfrutar de ella. Otro puntazo positivo a favor.
Aunque yo aún no tengo hijos, te cuento cuál es la herencia que planeo darles. Porque como ya seguramente hayas pensado, no se trata de únicamente patrimonio:
Esto es lo que van a heredar mis hijos
No creo que dejar a mis hijos una gran cantidad de dinero sin más sea una gran idea.
Les ayudará, pero el dinero sin una educación financiera detrás no suele acabar bien. Sólo hay que echar un ojo a los ganadores de lotería, la mayoría acaban arruinados por comprar pasivos muy caros de mantener, como lujosas casas o barcos.
Lo que yo haría sería llevar más lejos lo que mis padres han hecho conmigo (algo por lo que estoy muy agradecido): inculcarme los valores del ahorro y pagarme los cuatro años de Universidad.
La educación y unos buenos valores es el mejor activo que le puedes a tus hijos. Más allá de la educación financiera me parece fundamental la importancia de la educación psicológica y el comprender nuestras propias emociones. Condición imprescindible para que lleven una vida más feliz.
Una de las mejores maneras de enseñarles educación financiera es mediante la práctica. Que tengan a su nombre una cuenta de inversión en la que cada mes, vayas invirtiendo una cierta cantidad de dinero.
La cantidad da igual, porque lo importante es enseñarle el hábito del ahorro, la paciencia y la inversión.
Que a los 20 años vean y te pregunten cómo esos XX€ que invertíais juntos el día 1 de cada mes, ahora son mucho más que la suma de las cantidades aportadas. Se han multiplicado y no por arte de magia, sino por tener un pedacito de las mejores empresas del mundo.
Y comprender la inversión con 20 años es revolucionario. Es la mejor herencia que le puedes dejar a tus hijos.
Les enseñaría, también, el camino del emprendimiento. A tener sus propios proyectos, les acaben dando dinero o no, pero la importancia de que hay otros caminos que recorrer en la vida.
Y a veces, los caminos menos transitados son los que nos llevan a los mejores destinos.
Cada domingo envío un email con ideas y recursos potentes para que aprendas a manejar tus finanzas e invertir.