En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.
Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.
Acceder ahora«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual
Decía Séneca que no hay viento bueno para el que no sabe a dónde va, y con nuestro dinero ocurre exactamente lo mismo.
La mejor forma de encontrar una dirección es establecer unas metas financieras para diferentes periodos de tiempo de nuestra vida. Y te aseguro que no hay ejercicio más sencillo y a la vez efectivo que proporcione mejores resultados.
Hoy te traigo una newsletter muy práctica para que establezcas tus metas financieras con éxito y te contaré el lado más negativo (y en el que no tienes que caer) sobre la consecución de estas metas. Porque sí, no todo es del color de rosa.
Cómo establecer tus metas financieras en unos minutos
Coge papel y boli. También me vale Notion, las notas del móvil o un documento Word. Lo que sea, pero dame un voto de confianza y no leas esta newsletter sin tomar acción: te aseguro que merece la pena.
Vamos a establecer tus metas financieras. Aunque creas que las tienes bien en la cabeza, pero ponerlas por escrito hace la diferencia.
Me gusta dividirlas en tres categorías:
- Corto plazo (1 mes):
En estas metas vas a atacar tus hábitos de consumo del día a día. Se trata de identificar gastos que realmente no mejoran tu vida pero nunca te has parado a reflexionar sobre ellos para cambiarlos.
Hazte estas preguntas: ¿Cuánto consigo ahorrar al mes? ¿Podría aumentar esta cantidad sin reducir mi calidad de vida? ¿Qué gastos podría eliminar?
Ejemplos de meta a corto plazo: “Ahorraré 250€ al mes y los meteré en una cuenta remunerada. Voy a quitarme 3 de las 4 subscripciones que pago ya que realmente no les saco provecho. Cambiaré el café de la máquina por llevarme un té de casa, que me gusta más”.
El beneficio de quitarte cosas que realmente no aportan a tu vida no es sólo económico, también de salud mental. Menos ruido. - Medio plazo (1 año):
En las metas de medio plazo ya podemos disfrutar de los resultados de las metas a corto plazo a la vez que entendemos que con el dinero sólo vale jugar a muy largo plazo para ganar.
¿Qué quiere decir esto? Que toca ponernos objetivos que tengan el potencial de cambiar nuestra situación financiera para siempre.
Un ejemplo de meta financiera a medio plazo sería el establecer tu fondo de emergencia de 3.500€ y empezar a invertir 300€ al mes en fondos indexados (cantidades de ejemplo).
Pasar de no tener fondo de emergencia a tenerlo te da una tranquilidad financiera necesaria para avanzar a metas más ambiciosas. Y empezar a invertir empieza a descorrelar el dinero que ganas con las horas que dedicas. Son cambios de mentalidad y calidad de vida enormes de los que te beneficiarás toda la vida.
Si eso ya lo tienes hecho y estás en un nivel más avanzado, otras posibles metas a medio plazo pueden ser realizar una formación que te permita acceder a un mejor puesto para ganar más dinero y disfrutar más de tu trabajo. O poner las bases para emprender tu propio negocio. - Largo plazo (10 años):
Aquí ya hablamos de metas que marcarán un antes y un después en tu vida como comprarte una casa o tener la posibilidad de retirarte antes de la edad de jubilación impuesta por el estado.
La incertidumbre sobre tu situación laboral y familiar en 10 años es muy grande, pero no por ello dejar de planificar deja de ser muy beneficioso:
Tenemos que ponernos las zapatillas y empezar a andar hacia la cima de la montaña. Quizás a mitad de camino tenemos que cambiar de ruta, pararnos a descansar media hora o puede que tengamos suerte y descubramos un nuevo camino que nos lleva mucho más rápido a la cima.
Sería absurdo no empezar a andar sólo por no saber cómo será la ruta pasados unos kilómetros, ¿verdad?
Pues esa es la mentalidad que debes tener con tus metas a largo plazo. Te darán una buena dirección en la que caminar y eso tiene un gran valor, aunque por el camino haya que tomar algunos desvíos con los que no contabas.
Bien, tras esto espero que hayas reflexionado y hayas puesto por escrito tus metas a corto, medio y largo plazo.
Si aún no lo has hecho te doy unos minutos.
…
¿Ya? Venga, ahora te voy a contar algo muy personal pero que ilustra el lado peligroso de estar enfocado en tus metas:
El peligro de pensar en la próxima cima
Te confieso a ti (y a otras miles de personas que están leyendo esto) que el otro día tuve un momento de insatisfacción que no esperaba tener con una meta que había logrado.
Tras unos meses de estudio después de sacarme el doctorado, hice el exámen para poder ejercer como asesor financiero y lo aprobé. Fueron horas de intenso estudio detrás, pero al fin logré una meta que me había propuesto unos meses atrás y me abriría nuevas puertas.
¿Y sabes cual fue el problema al ver que había superado el examen?
Que mi mente ya estaba pensando en la próxima meta.
Había llegado a la cima de esa montaña y, en lugar de sentarme a admirar el paisaje y disfrutar de las vistas, me puse a planificar la siguiente montaña que escalar.
La mayor lección que me llevo de esto es la gran importancia de saber celebrar tus metas. De compartirlas con tus seres queridos. De hacer ese día más memorable y que lo recuerdes durante mucho tiempo.
Ya tendrás tiempo el día siguiente de buscar la siguiente montaña que subir. Celebrar esos logros, grandes o pequeños, son los que te empujarán a lograr metas todavía más grandes y progresar aún más.
Y de eso trata en gran parte la vida, ¿no?
Cada domingo envío un email con ideas y recursos potentes para que aprendas a manejar tus finanzas e invertir.
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