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Podemos ver el camino a la riqueza como una escalera con diferentes peldaños.
Sólo mejorando nuestra educación financiera podemos subir a peldaños más altos donde disfrutaremos de una situación económica mejor, lo cual se traduce en una mayor calidad de vida.
En el primer peldaño están los esclavos del pasado, en el segundo peldaño los perseguidores del futuro y en el tercer peldaño están los aprovechadores del presente.
¿En qué peldaño te encuentras tú ahora mismo? Vamos a verlo:
Esclavos del pasado
En el peldaño más bajo están los esclavos del pasado.
Este grupo se caracteriza por tener una nula educación financiera. Nunca han sentido curiosidad por aprender a manejar su dinero y se dejan llevar por lo que suele hacer la mayoría.
Son los que financian todo a plazos sin fijarse en los intereses que van a pagar.
Se dejan llevar por las apariencias y juegos de estatus social, no soportan ver que el vecino tenga una tele con más pulgadas. Tampoco el Rolex del compañero de trabajo.
Creen vivir el presente, pero la realidad es que esta gente son esclavos del pasado porque están pagando las consecuencias de sus malas decisiones financieras.
Por ejemplo, tienen cuotas que pagar cada mes de cosas que han comprado y que no se podían permitir pagar al contado, como unas vacaciones al Caribe o la reforma de la cocina.
Empiezan a sudar si ven que el coche tiene algún tipo de avería, porque no podrían salir a comer fuera en todo el mes si les toca pagar al mecánico una reparación sencilla.
Rezan para que no les despidan del trabajo y hacen lo que sea para seguir en un puesto de trabajo que no les gusta, sólo porque no pueden permitirse estar unos meses sin nómina.
Financian parecer ricos, pero la realidad es que no duermen por la noche cada vez que toca pagar un gasto imprevisto o viene una crisis financiera.
Dicen cosas como “Carpe diem”, “yo gasto el dinero para no ser el más rico del cementerio” o “la vida son dos días”, pero no tienen tiempo libre para sus aficiones y apenas pasan tiempo con su familia y amigos.
A pesar de que pueden tener trabajos muy bien pagados, su patrimonio neto no es gran cosa. Acabarán de pagar la vivienda habitual cuando estén cerca de la edad de jubilación.
Su ciclo de vida se basa en:
- Trabajar para pagar deudas.
- Comprar cosas que no necesitan para impresionar a gente que no les cae bien para olvidarse de que están en un trabajo que no les gusta.
- Vivir por encima de sus posibilidades para aparentar estatus social, endeudándose en consecuencia.
- Sentirse atrapados en un trabajo que odian pero que no pueden abandonar ni siquiera durante un mes porque se descarrilaría su tren de vida.
- Vuelta al primer paso.
El de los esclavos del pasado es el escalón más bajo de todos en la escalera de la riqueza.
Si te ha resultado familiar y te encuentras en este escalón, tu prioridad número uno debe ser eliminar tus deudas, tener un presupuesto que te permita ahorrar e invertir y cambiar tu relación con el dinero. Sólo así podrás subir a escalones superiores.
Perseguidores del futuro
Un peldaño más arriba en la escalera de la riqueza tenemos a los perseguidores del futuro.
Su educación financiera es limitada. Las dos normas que siguen con su dinero es gastar menos de lo que ingresan y comprar una vivienda cuando sea posible para no pagar alquiler.
A diferencia de los esclavos del pasado, son personas que ahorran todos los meses por lo que si viene un gasto imprevisto (se rompe el frigorífico, se avería el coche, hay que poner aparato dental a un hijo…) lo pueden asumir sin problema.
No tienen deudas tóxicas, la única deuda que adquieren es la de la hipoteca y la del coche.
Tienen el dinero parado en el banco, y año tras año ven cómo sus esfuerzos ahorrando se los come la inflación. Eso les genera rabia y frustración.
Saben que debe de haber algo más, y han escuchado hablar de la inversión, pero no se atreven. Lo único que conocen es la inversión inmobiliaria, pero requiere de un dinero y un tiempo del que no disponen.
Los perseguidores de futuro con salarios más altos acaban comprándose una segunda residencia en la playa. Eso sí, se jubilarán cuando lo diga el político de turno con una cantidad indeterminada, ya que la pirámide demográfica indica que vienen más recortes en las pensiones.
Dicen cosas como:“Invertir es cosa de ricos”, “La bolsa es un casino” y “Yo no entiendo de fondos de inversión ni acciones”, pero en realidad nunca se han informado en serio sobre el tema.
Creen que la inversión no es para ellos cuando la realidad es que son el perfil perfecto para empezar a invertir. Sólo necesitan saber cómo.
Aprovechadores del presente
En el peldaño final de la escalera de la riqueza tenemos a los aprovechadores del presente.
Son gente con una alta educación financiera, que aprendieron a manejar su dinero sacándole el máximo partido.
Ahorran sin suponerles un gran sacrificio, ya que gastan en lo que de verdad disfrutan y recortan en lo que no.
Tienen unos cuantos miles de euros parados para gastos del mes y posibles imprevistos, pero el grueso de su patrimonio está invertido (generalmente en fondos de inversión por su fácil gestión y rentabilidad).
No son esclavos del pasado porque no tienen deudas tóxicas que les ahoguen. Tampoco son perseguidores del futuro porque no posponen su felicidad ni libertad hasta la jubilación. Son aprovechadores del presente, dueños de su tiempo.
La rentabilidad de las inversiones les cubren sus gastos o gran parte de ellos. Eso les permite ser menos dependientes de sus trabajos, poder tomarse años sabáticos si así lo desean, cambiarse a media jornada, emprender, irse a un trabajo que paguen menos pero les guste más o incluso retirarse mucho antes de la edad de jubilación.
El depender menos de sus trabajos económicamente les lleva a arriesgar más, lo que les lleva a puestos más remunerados y que disfrutan más. Es un círculo virtuoso. Su buen manejo del dinero también les ayuda a mejorar en otros ámbitos de su vida.
Su patrimonio sólo crece a lo largo del tiempo. El dinero ya no es un problema para ellos.
Bien, ya hemos visto los tres escalones de la riqueza. Ahora toca hacerse una pregunta muy importante:
¿Cómo subir peldaños en la escalera de la riqueza?
La solución es sencilla y a la vez compleja: con educación financiera.
El problema es que nadie nos la ha enseñado y la tenemos que aprender por nuestra cuenta, dedicando miles de horas a leer y filtrar todo tipo de artículos, libros e información sobre finanzas.
Pensando en gente que está en el primer peldaño (esclavos del pasado) o en el segundo peldaño (perseguidores del futuro) y quieren subir al último peldaño (aprovechadores del presente) he creado el Manual de Educación Financiera.
Si te interesa adquirir educación financiera sin tener que dedicarle miles de horas a leer y filtrar, en el Manual he recopilado todo lo que necesitas saber. Desde cómo administrar tus finanzas personales a cómo invertir paso a paso, configurando una cartera de inversión adecuada a tus necesidades.
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Espero que te haya gustado este recurso. ¿En qué peldaño de la escalera de la riqueza te encuentras? ¿Qué pasos estás dando para subir?
Te confieso que yo era uno de aquellos perseguidores del futuro. Ahorraba y ahorraba con el dinero parado en el banco, hasta que descubrí que se podía manejar el dinero de otra manera y que eso de la inversión no era para ricos, como yo solía pensar.
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