En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.
Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.
Acceder ahora«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual
Uno de los estudios científicos más largos que se han hecho nunca es el Harvard Study of Adult Development, el cual ha seguido las vidas de 724 hombres desde su adolescencia en 1938 hasta hoy, que sigue en activo.
Los investigadores de este estudio han recopilado todo tipo de información sobre sus vidas: su grado de felicidad, sus actividades sociales, sus aficiones, su salud física, su salud mental… y cómo no, el estado de sus finanzas personales.
Hoy te voy a contar los asombrosos resultados que tiene y cómo puedes sacarles partido, especialmente cómo puedes usar el dinero para aumentar tu nivel de satisfacción con tu vida. Además, te cuento la inversión de dinero más friki que he hecho nunca, que causó risas y lloros a partes iguales.
La cualidad del dinero de la que nadie habla
El grupo del estudio del que hablábamos lo componen individuos de diversos ambientes económicos, desde los barrios más pobres de Boston hasta graduados de Harvard.
No obstante, a pesar de ser un grupo muy heterogéneo, se encontró un factor común a todos para determinar la salud y la satisfacción vital de los sujetos que destacaba por encima de los demás.
Y no era el dinero en la cuenta bancaria.
Tampoco la alimentación o el grado de colesterol.
Ni si quiera el ejercicio físico.
Era la calidad de sus relaciones sociales.
No quiere decir que todo lo demás no sea importante (por supuesto que lo es), sino que era el factor que más destacaba sobre lo demás. Puedes no tener la forma física de Cristiano Ronaldo ni su dinero en el banco, que si tienes un círculo social que te llena, vas a tener una vida bastante satisfactoria.
En cambio, de nada serviría tener el cuerpo de un semidios griego y ganar 10.000€ al mes por dividendos si no tienes relaciones auténticas, gente en la que puedas confiar, que aprecies y te aprecien. Será una vida mísera.
Inevitablemente surge una pregunta… ¿Hasta qué punto es importante el dinero?
En un famoso estudio de Kahneman, se llegó a la conclusión de que por encima de 75.000 dólares al año más dinero no traía más felicidad (esos 75.000 dólares de 2010 habría que actualizarlos según la inflación y adaptarlos al nivel de vida de nuestra ciudad).
La clave no es ver el dinero como un final, sino como un medio.
Como siempre digo y vuelvo a insistir:
El dinero es una herramienta para hacerte la vida más fácil y diseñar una vida que te guste vivir.
Siempre solemos pensar que más dinero = más cosas: una casa más grande, un coche con más extras, un móvil con una cámara con más megapíxeles.
Pero además de añadir positivo el dinero también quita negativo. El dinero te evita hacer cosas que no quieres hacer:
- ¿Mudanza? Pago a un servicio profesional para que se encargue de todo.
- ¿Lidiar con Hacienda me da dolores de cabeza? Pago a una gestoría para que me lleve las cuentas.
- ¿No quiero ir al supermercado a hacer la compra? La hago por internet y pago el servicio de envío a domicilio.
Esa es una cualidad del dinero de la que no se habla tanto como debería: la capacidad de evitar hacer cosas que no quieres hacer.
Bien, ¿y cómo podemos usar el dinero para mejorar nuestras relaciones sociales? En mi experiencia, de la siguiente manera:
Utiliza el dinero para crear recuerdos
Si bien comprar cosas materiales no suelen dar felicidad sino un chute de dopamina barato, gastar el dinero en experiencias sí se ha demostrado mucho más eficaz para llevar una vida plena.
Y esto es contraintuitivo: parece el aparatito de amazon lo vas a tener durante muchos años en tu casa, pero una fiesta con tus amigos dura unas cuantas horas y se desvanece, por lo que lo mejor sería lo primero.
En realidad, las experiencias duran más porque se guardan en nuestra memoria para siempre. Además, te pueden abrir oportunidades que no sabías que estaban ahí, como conocer a alguien interesante que acaba teniendo un gran impacto en tu vida. El poder de ir a fiestas, que decía Taleb.
Veo muy a menudo a gente que no se apunta a planes que les gustaría hacer porque dicen que no tienen dinero para ello, pero luego gastan sin control en tonterías de AliExpress que usan durante dos semanas o videojuegos que abandonan a mitad porque hay otro nuevo videojuego al que jugar.
Esto es un problema de prioridades.
No creo que se pueda planificar construir nuevas memorias, los mejores recuerdos simplemente surgen de manera espontánea. Pero sí que puedes usar el dinero para posibilitar que ocurran. Me explico mejor con una historia personal:
Yo he sido demasiado ahorrador durante mucho tiempo. Especialmente cuando era estudiante y mi dinero no era realmente mi dinero, era el de mis padres.
Pero he aprendido de esos errores y ahora gasto más en lo que verdaderamente importa, como mis relaciones sociales. Es un dinero del que nunca me arrepiento gastar y me da mayor retorno que mi querido fondo indexado al SP500.
Por ejemplo, hace unos meses que organicé la frikada máxima: una gala de premios con mis amigos más cercanos (si has visto The Office, me inspiré en los maravillosos Dundies).
Simplemente les dije dije a mis amigos que preparasen un discurso y que vinieran absurdamente elegantes. No tenían ni idea de que había organizado una mini gala de premios donde a cada uno le daba un premio en alguna categoría en base a bromas internas que teníamos.
No sé cuánto dinero me dejé entre la decoración, la comida, las horas preparándolo todo y los premios con grabado personalizado. Pero desde luego, era un gasto que el Jesús de hace unos años no lo hubiese hecho.
Resultó ser el mejor recuerdo del año y algo que tanto yo como mi grupo de amigos nos llevaremos en el corazón de nuestra etapa en Austria. Hubo muchísimas risas, abrazos, asombro por el tinglado que había montado y hasta lloros tras discursos muy emotivos.
Lo que quiero que te lleves de este recurso (aparte de que veas lo friki que puedo llegar a ser a veces) es que el dinero sí tiene la capacidad de hacerte más feliz si está bien invertido.
Que invertirlo en fondos indexados es una idea cojonuda, pero también hay que invertirlo en experiencias. Porque está demostrado por estudios científicos de bastante categoría que tiene un enorme impacto en tu felicidad y satisfacción vital.
Y cuando se dice invertir en experiencias, no tiene por qué ser un viaje a Japón de 4.000€, también puede ser una celebración (friki o no, eso ya lo dejo a tu elección) con tus amigos más cercanos, hacer un regalo cuando no toca o un plan improvisado que jamás harías dentro de tu rutina normal.
Cada domingo envío un email con ideas y recursos potentes para que aprendas a manejar tus finanzas e invertir.