Cómo te condiciona tu entorno

¿Quieres conseguir una mayor libertad económica?

¡El Manual de Educación Financiera ya está disponible!

En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.

Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.

Acceder ahora

«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual

El entorno es la variable más olvidada a la hora de intentar mejorar en un ámbito de nuestra vida, como en el de nuestras finanzas personales.

Y a menudo, es la variable que más afecta al resultado final. Vamos a ver cómo podemos mejorarlo para sacarle el máximo rendimiento.

Si quieres ser deportista, júntate con deportistas

Cuando queremos cambiar o mejorar en algún ámbito de nuestra vida siempre nos centramos en acciones individuales que podemos tomar:

  • Quiero tener más conocimientos de psicología ▶️ Voy a leer un libro al mes sobre el tema.
  • Quiero ponerme en forma ▶️ Voy a hacer una actividad física (correr, ir al gimnasio, crossfit…) 3 veces a la semana.
  • Quiero mejorar mis finanzas ▶️ Voy a hacer un presupuesto mensual y ahorrar 300€ al mes.

Y aunque esas acciones individuales son la base para mejorar, a menudo el entorno queda olvidado. Y por eso en este recurso quiero reivindicar su tremenda importancia.

Quizás has escuchado la frase de que eres la media de las 5 personas con las que pasas más tiempo. No sé para ti, pero en mi caso no puede ser más cierta.

En mi vida entre Austria y España me junto con gente con diferentes intereses y maneras de pasar el tiempo.

El Jesús español es más dicharachero y sueles encontrarlo tomando algo en un bar con amigos, bromeando sobre cualquier cosa y no tomándose la vida muy en serio.

Al Jesús austriaco lo encontrarás seguramente en las montañas haciendo hiking, hablando de proyectos profesionales y con conversaciones más centradas en la investigación, la ciencia y la psicología, todo con un grupo diferente de amigos.

Soy la misma persona con los mismos gustos e intereses en ambos casos, pero en entornos diferentes que acaban teniendo una gran influencia en mi día a día.

Por todo esto, las acciones individuales tienen que completarse con un entorno adecuado que las incentiven.

Volvamos a uno de los ejemplos de antes, el de ponerse en forma.

La acción individual es hacer alguna actividad física de alta intensidad 3 veces a la semana. Genial, ahora vamos con el entorno.

Podemos buscarnos un grupo de gente que también sea deportista o quiera serlo, bien amigos o conocidos con el mismo objetivo que nosotros o, en caso de que no los tengamos, apuntándonos a una actividad grupal como crossfit.

Este grupo de gente deportista te proporciona un entorno donde te va a ser mucho más fácil alcanzar tu meta de ponerte en forma:

  • Tendrás la presión de grupo para no poner excusas y cumplir tu sistema de hacer una actividad física intensa 3 veces por semana.
  • Cuando te juntes con ellos fuera de la actividad principal, tenderéis a comer comida más saludable y a hacer planes más deportivos, como puede ser quedar para dar una vuelta en bicicleta.
  • En las conversaciones tenderéis a hablar de de cómo cuidar mejor vuestro cuerpo. Por ejemplo, intercambiaréis recetas para comer mejor.

El peso del entorno es muy grande. Más de lo que pensamos. Y es más importante cuanto más nuevo seas en ese hábito o característica que quieres potenciar.

Si quieres ponerte en forma y en tu entorno sólo hay gente sedentaria y cada vez que quedas con ellos te proponen ir a comer o cenar en sitios de comida rápida, lo tienes muy difícil (aunque no imposible) para cumplir con tu objetivo.

Tu entorno económico tiene más impacto que el SP500

Decía Bastos en una famosa charla: ¿Qué diferencia a un campesino del Congo frente a uno de Suiza? ¿Por qué uno es rico y otro pobre? La diferencia es la fuerza de trabajo.

Mientras el campesino del Congo trabaja con métodos tradicionales como con bueyes y arados de madera, el suizo lo hace con un tractor, con fertilizantes y con todo tipo de tecnología que le permite ser mucho más productivo. Cada hora de trabajo del suizo produce como 100 o 1000 horas del congoleño.

La diferencia no es la inteligencia o el esfuerzo. Podrías poner a la misma persona y el resultado no cambiaría. La diferencia son los medios, el entorno.

Esta misma lógica (a menor escala) es la que utilizamos los que emigramos a otro país más próspero. En mi caso personal, en Austria estoy cobrando el doble de lo que cobraría en España por el mismo trabajo, y mis gastos son parecidos.

Trabajar 10 años en Austria es equivalente a trabajar 20 en España en mi sector. En Portugal serían 25. En Dinamarca unos 8.

El ejemplo de cambio de país como cambio de entorno es el más claro, pero también puede ser cambiar de empresa o sector para sacar más partido a nuestras horas.

Son muchos los casos de emprendedores que hacen un trabajo muy parecido al que hacían en su antigua empresa, pero ahora lo desarrollan por su cuenta como freelancers/autónomos. Han cambiado el entorno de trabajador por cuenta ajena a trabajador por cuenta propia y sus ingresos han aumentado.

También hay cada vez más casos de gente que ha cambiado de sector radicalmente, como puede ser de profesor a programador, y el rendimiento que le saca a cada hora de trabajo se ha multiplicado.

Pregúntate: ¿En qué entorno están mis horas más productivas? ¿Dónde les saco más rendimiento?

Por supuesto, la métrica para tomar la decisión de en qué entorno (sector, empresa, lugar…) trabajar no se basa sólo en el rendimiento, entendiéndose como salario por hora. Entran factores como qué disfrutas haciendo, qué te hace sentir realizado, qué lugar te gusta para vivir, tus relaciones sociales, etcétera.

Personalmente si quisiera ganar más dinero no estaría en la investigación, eso seguro.

No obstante, sí que es una métrica que conviene examinar su valor en diferentes entornos. Si vas a tener que trabajar igual, mejor sacar el máximo rendimiento a cada hora trabajada. Especialmente si planeas buscar la libertad financiera.

Al final una hora menos de trabajo se traduce en una hora más haciendo lo que tú quieras con tu tiempo. Cambiar el entorno para ganar libertad suele ser una buena idea.

Colócate en un entorno poderoso

Tener un buen entorno es como ir en barco y tener la corriente a tu favor. Vas a tener que remar si quieres ir más rápido, pero sin mucho esfuerzo ya estás avanzando a buen ritmo y en la dirección correcta.

Puedes conseguir grandes cosas incluso con un entorno desfavorable, pero te va a costar mucho más. Vas a tener que remar a contracorriente.

Con nuestras finanzas personales es lo mismo. La misma persona en dos entornos diferentes puede acabar consiguiendo la libertad financiera o acabar arruinada.

Un grupo de amigos que juegan a aparentar dinero y comprarse cosas que no necesitan para intentar impresionar a los demás, no es una buena compañía en el entorno financiero. Probablemente acabarás entrando en esos juegos y gastando dinero en alguna trampa de estatus social.

Y el entorno no lo conforman únicamente familia y amigos. Probablemente la decisión económica más importante que vas a hacer es la de escoger una pareja que cuide el dinero tanto como tú. Una mala elección puede salirte muy cara, y nunca mejor dicho.

Tú influyes en tu entorno y tu entorno influye en ti. Como Thanos, es inevitable. Tengo amigos que han empezado a invertir en fondos indexados gracias a mi, al igual que yo he aprendido más sobre psicología gracias a otros amigos.

Colócate en un entorno poderoso y la corriente te llevará a buen puerto.

Subscribe Form

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *