Cómo convertir el sacrificio en placer

¿Quieres conseguir una mayor libertad económica?

¡El Manual de Educación Financiera ya está disponible!

En esta formación de texto, video y audio, aprenderás todo lo que tienes que saber sobre finanzas personales e inversión para que el dinero no sea nunca más un problema. Desde cero. Para ti.

Cuando lo acabes (te llevará unas 10-15 horas), habrás puesto tus finanzas personales en orden y estarás invirtiendo para crear una vida con más libertad.

Acceder ahora

«Los ejercicios me gustaron mucho, muy prácticos y explicados paso a paso. El orden hace que sientas que vas empezando a controlar tus finanzas y, aunque partía de cero, al final del Manual ya estaba invirtiendo mi dinero. Lo recomiendo.» — Julio R., alumno del Manual

Una de las claves para lograr objetivos difíciles en la vida es saber convertir el sacrificio en placer.

  • Para unos, ir al gimnasio supone un esfuerzo enorme para acabar sudados y cansados sin ganas de nada. Para otros, significa sentirse vivos, fuertes y saludables.
  • Para unos, meditar supone perder el tiempo pensando en la nada. Para otros, significa estar en el presente y apreciar lo bueno que tiene la vida.
  • Para unos, ahorrar supone resistir grandes tentaciones de comprar. Para otros, significa cuidar de su futuro y construir un patrimonio que les proporcione mayor libertad.

En cualquier actividad que merezca la pena tienes a gente que la percibe como un sacrificio y gente que la ve como un placer.

¿Qué les diferencia? ¿Cómo podemos nosotros hacer placenteras actividades que percibimos como difíciles?

Veo dos claves importantes. La comprensión de beneficios y dejar actuar al tiempo. Vamos a verlas por separado.

La comprensión de beneficios

Esta parte contiene comprender los beneficios de convertirnos en una persona que adquiere el hábito y lo practica a lo largo del tiempo.

Lo podemos ver como un ejercicio de visualización. Vamos a poner el ejemplo con alguien que quiere ahorrar e invertir a largo plazo.

  • Si ahorro e invierto a largo plazo, no me estresaré por no poder hacer frente a gastos inesperados, como una avería del coche.
  • Si ahorro e invierto a largo plazo, será difícil al principio, pero luego estaré muy orgulloso de mi mismo.
  • Si ahorro e invierto a largo plazo, seré una persona más independiente y con mayor libertad.
  • Si ahorro e invierto a largo plazo… [rellenar con lo que a ti, personalmente, te suponga]

Este ejercicio puede parecer muy misterwonderfulista, pero no hay nada más realista: estás trayendo al presente los beneficios que te da ese hábito a largo plazo, lo que te da una visión mucho más completa.

Si no eres capaz de visualizar los beneficios en el futuro y traerlos al presente, correrás el riesgo de caer en el cortoplacismo. Placer efímero hoy, mucha hambre para mañana.

Dejar actuar al tiempo

La segunda clave para convertir en placentero algo que inicialmente te supone sacrificio es dejar actuar al tiempo.

Los efectos positivos a largo plazo que visualizábamos y traíamos al presente en el anterior punto, tardarán en aparecer. Pero cuando aparezcan, acabarás reforzado y más convencido.

Imagínate que estás ahorrando todos los meses 200€ para un fondo de emergencia. Pasan tres meses, y te preguntas si no estás haciendo el tonto y te deberías de fundir los 600€ acumulados en un viaje o en la PS5.

Una semana más tarde, se te avería el frigorífico. Y no te queda otra que comprar otro cuanto antes, gastando gran parte de esos 600€ ahorrados de fondo de emergencia.

Aunque no haya sido una experiencia agradable, tu mentalidad ahorradora sale reforzada. El tiempo ha dado la razón a tu yo largoplacista, ese que decidió ahorrar para hacer un fondo de emergencia para imprevistos.

Quizás en lugar de romperse el frigorífico, alcanzas los 10.000€ ahorrados e invertidos, una cifra que creías imposible hace unos años. O quizás es hacerte tu primera dominada si lo que estás intentando es ponerte en forma.

Da igual, cada uno tendrá su momento de convencimiento tarde o temprano. Pero hasta ese momento, toca visualizar a largo plazo y creer en tu plan.

Siempre hay una montaña más alta

Había un escalador que vivía obsesionado con subir al mayor número de montañas posibles.

Mientras subía una montaña, sólo pensaba en lo bien que se sentiría al alcanzar la cima. Ése era su único pensamiento.

Cruzaba preciosos ríos con agua fría y transparente, pasaba por prados verdes con vacas pastando, subía por colinas con majestuosas cabras montesas en posiciones imposibles.

Pero a él sólo le importaba subir a la cima. O eso decía, porque cuando llegaba a la cima ya tenía un nuevo objetivo, la montaña más alta que tenía en frente.

Ahora era lo único que tenía en mente. La próxima montaña. Nada más verla empezó a planificar cuándo podría subirla y lo bien que se sentiría al llegar a esa cima.

Pero el proceso se repetía y repetía con cada montaña.

Con el año nuevo, muchas personas como tú o como yo intentamos nuevos hábitos y mejorar nuestra vida, dar un pasito más hacia nuestra vida ideal.

Y eso está genial. En la primera sección de este recurso te he hablado de algunas claves que creo que son importantes para conseguir esos objetivos.

Pero no debemos acabar como el montañero del que te hablaba, incapaz de disfrutar del camino y de sus logros presentes porque vive obsesionado con el próximo objetivo.

Siempre va a haber una montaña más alta. Siempre vas a tener nuevos retos por delante (¡que está genial!) pero no debes poner el foco únicamente en ellos.

Párate. Piensa en cuando querías estar donde estás ahora. Disfruta del río, del prado y de las cabras montesas. Disfruta de la cima.

El éxito lo defines tú

Nos ponemos objetivos para alcanzar el éxito, pero la idea de éxito es muy subjetiva.

Si me llevas leyendo durante un tiempo, sabrás que para mi es más exitoso quien tiene tiempo para disfrutar de sus hobbies y socializar que el que conduce coche caro, tiene casa cara, viste caro… pero a costa de trabajar 80 horas a la semana.

El concepto de Una Vida Ideal es precisamente ese. Que cada uno de nosotros tenemos una vida ideal (exitosa) según nuestros gustos y prioridades, a la que podemos acercarnos paso a paso, mejorando cada día.

Mucha gente se concentra en lo que no puede hacer, en la vida ideal que no puede tener:

  • “Si hubiese nacido en una familia rica tendría una vida de lujos, conduciendo coches caros y vistiendo ropa de marca”.
  • “Si fuese hijo de un político no tendría que esforzarme y me enchufarían en cualquier sitio”.
  • “Si tuviese mejor genética tendría mucho más éxito con la gente”.

Ya vimos en otro recurso que la vida es a veces injusta y la suerte tiene un gran papel. Pero concentrar nuestras quejas en esto no va a hacer que mejore.

Es mejor enfocarse en lo que SÍ podemos hacer, que es muchísimo.

Y no sé tú, pero durante mucho tiempo me he creado barreras invisibles yo mismo.

  • Creía que lo de tener un buen patrimonio estaba reservado a hijos de gente con mucho dinero, pero poco a poco estoy construyendo el mío propio a buen ritmo.
  • Creía que no era suficiente para cierta persona… y acabó declarándose ella.
  • Creía que nadie se interesaría por leerme, pero cada semana hay miles de personas detrás de la pantalla leyendo este recurso.

Y que no se me malinterprete. No estoy presumiendo de nada, simplemente te cuento barreras mentales que me autoimpuse y se demostraron falsas.

Tú tienes las tuyas, que también has derribado y dejado atrás. Pero también algunas barreras autoimpuestas siguen ahí, limitándote, limitándonos.

Puede ser que creas que no puedes ponerte en forma porque no tienes la genética adecuada.

Puede ser que creas que vender está mal y por eso no ofrezcas tus servicios que ayudarían a muchas personas.

Puede ser que creas que no puedes ahorrar, que invertir es muy complicado (¡no lo es!) o que eres malo con el dinero.

Por eso quiero acabar este recurso animándote a que reflexiones sobre las barreras invisibles que has roto en el pasado y pienses en las que te limitan en el presente.

Subscribe Form

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *